Nuestra mochila

Todos llevamos una mochila a cuestas, son esas cargas que llevamos con nosotros, gran parte del peso de estas cargas son heredadas y no nos pertenecen.

Lo chungo de la cuestión es que las hemos tomado como verdades absolutas y nos han ido robando energía, ilusión y hasta salud.

¿Cuáles son esas cargas que llevamos en nuestra mochila?

Hábitos familiares.
Creencias.
Adiciones.
Miedos.
Rencores.
La responsabilidad de sacar a delante un negocio familiar.
Deudas del ex.
Un familiar enfermo.
Los hijos.
Un marido alcohólico.
Unos padres mayores.
Sacar sola adelante a los hijos.
La soledad.
Préstamos.
Angustias y pesares, etc…

¿Qué más cargamos en nuestra mochila?

Solemos cargar también en nuestra mochila creencias y mandatos que nos condicionan y dificultan ser felices, como, por ejemplo:

Deberías:

Olvidarte de tus sueños.
Apoyar a tu hermana en sus problemas económicos.
Seguir en el negocio familiar.
Ponerte a dieta y cuidar tu aspecto.
Cuidar más a los tuyos.
Ser más comprensivo.
Divorciarte.
Ser como tu hermano.
Hacer más ejercicio.
Ser más cariñoso.
Ordenado.
Obediente.
Buscar otro trabajo… y más cosas…

NO deberías:

Ser tan sincero.
Pensar tanto en ti.
Hacer planes de futuro sin mí.
Dejar ese trabajo.
Cambiarte de casa.
Salir con las amigas.
Irte de la casa de tus padres… y mil cosas más….

Tendrías que ser más:

Generoso.
Listo.
Responsable.
Amable.
Ordenado.
Atento.
Comprometido.
Considerado y una lista interminable.

En definitiva, todo esto significa que:

“Tendrías que resignarte a no ser tú mismo, ni vivir la vida que deseas”

¿Qué te pesa en la vida?

Muchas de nuestras cargas que llevamos y no nos gustan tiene que ver con la fidelidad a nuestro clan familiar, nos sentimos culpables tan solo de haber pensado y sentido la necesidad de emprender nuestro vuelo, de ser nosotros mismos, de vivir la vida que queremos.

Nos pesa el que dirán de nosotros, el que no nos entiendan, se enfaden, y además como explicarlo.

Nuestra vida nos pertenece solo a nosotros, tenemos que valorar y empezar a asumir qué queremos llevar a cuestas y que no, quizás sea el momento de pensar por nosotros mismos y decir basta, No QUIERO, ya fue suficiente, o si quiero y nada me lo va a impedir.

Ser adulto significa saber qué hay en nuestra mochila y valorar lo que nos pesa y limita, hacernos responsable de nuestra vida y asumir las consecuencias, de todas nuestras decisiones, y ser sensatos para hacer las mejores elecciones para nuestro bien.

Ten presente que siempre que seas honesto y elijas lo mejor para ti, repercutirá en el bien de todos los implicados, aunque a primera vista no se vea.

Aquello que te pesa y no te pertenece y asumes porque “te sabe mal” acabará por hundirte convirtiéndote en una persona amargada e infeliz. Hacernos responsables de nuestras mochilas es lo que nos permitirá hacer los cambios necesarios y decir adiós aquello que nos impide ser libre y feliz.

Querer ser feliz no es ser egoísta, si alguien te lo dijo bórralo de tu mente.

Tenerse en cuenta y quererse bien es fundamental para poder tener cuenta y cuidar a los demás.

No podemos dar nada que no tengamos nosotros, si no te quieres tú, no podrás querer a nadie, solo estarás comprando el amor, y el verdadero amor ni se compra ni se vende.

¿Cómo podemos aprovechar esta situación de la cuarentena, para diseñar una nueva vida?

Darte cuenta que te pesa.
Asumir que esta afectando a tu vid de forma seria.
Querer cambiarlo.

Este confinamiento, nos ha retirado del mundo exterior, lleno de prisas y ruido, que nos aleja cada día de vivir una vida plena, es una gran oportunidad, para revisar nuestra vida y reinventarnos, esta experiencia nos está invitando a mirarnos hacia dentro, dejar de culpar al mundo y hacernos cargos de nuestra parte.

Esta cuarentena puede ser el comienzo de una nueva vida, esa vida que hace tiempo que sabias que tenías que tomarte en serio y hacer algunos cambios, en lo personal y/ o profesional, pero no sacabas tiempo para ello.

Cuando no dedicamos tiempo a lo importante, un día se convierte en urgente, aprovechemos esta oportunidad para diseñar una nueva vida, sin demorar más tiempo.