¿Quieres saber cómo atraer el Amor a tu Vida?
Primero:
- Antes de pensar en tener una relación con otra persona y atraer el amor a tu vida, tienes que lograr una relación de amor contigo mismo, te tienes que querer y tratarte bien cada día de forma activa y responsable.
- Ser ese amor en acción contigo de forma natural hará que vibres en una sintonía que te hará ser una persona muy atractiva.
Segundo:
- Tratar bien a los demás.
- Ser una persona que cuida su apariencia siempre llama la atención, desde luego, pero mucho más si va unido en cuidar y tratar a los demás con respeto, consideración, comprensión, amabilidad, alegría, gratitud, generosidad…, sin duda te convertirás en una persona doblemente atractiva.
Tercero:
- Ser confiable y coherente.
- Ser auténtico.
- Cuando dices a alguien te quiero, tienes que demostrarlo con hechos, la confianza es un factor muy importante, que unida a la coherencia lo sustenta, igual que enamora cuando está, cuando falla desenamora rápidamente.
Reflexiona sobre esto si quieres atraer el amor a tu vida:
¿Te gustarías para tenerte como pareja?
¿Crees que te enamorarías de una persona como tú?
La historia de Mariam
Tuve una amiga que voy a llamarla Mariam que conoció a un hombre del que se enamoró hasta la médula, fue un amor a primera vista, un impacto de esos que te atraviesa el corazón, sus ojos clavados en aquel jardín, la dejaron sin habla.
Sorpresas de la vida, cuando cruzó el jardín, entró en aquel caserío donde iba a hacer un retiro de 3 días, y subió a su habitación compartida, allí estaba él también. No hubo nada que decir, la energía entre ellos hablaba por si sola.
A lo largo del retiro fue calando en ella su apariencia, su fuerza, su saber estar, atento, detallista… luego se sumó sus besos, sus manos, su cuerpo, su mente, su energía.
La relación, con mucha paciencia por parte de mi amiga, duro más de 9 años. Se perdió en un amor no correspondido en la misma medida.
Cuando se veían, que por cierto era poco, ya que él vivía en otra ciudad y tenía obligaciones familiares. La sorprendía con detalles de cosas que ella le había comentado en distintas ocasiones, parecía que llevaba una grabadora y guardase en ella las cosas que a Mariam le gustaban. Era algo de él que la enamoraba.
Por otro lado, cuando se veían y se sentía a su lado más contenta, él la sorprendió diciéndole “me importas tanto que no quiero hacerte daño, por eso te quiero proteger hasta de mí mismo”.
También le decía cosas como:
“Te quiero tanto que quiero lo mejor para ti; te mereces un gran hombre y yo no lo soy”
“Si llega a tu vida un hombre como te mereces no dudes en irte con él”
Cada vez que le decía estas cosas, Mariam se sentía como si le tirasen una jarra de agua fría. Por más que le preguntaba por qué decía eso, o si quería que lo dejaran, este hombre no daba más explicaciones, ni a lo primero ni a lo segundo, respondía siempre con un “claro que no”, decía que solo quería demostrarle lo mucho que la quería.
Ella no podía llegar a entender porque le decía eso, su amor le cegaba hasta tal punto que se olvidaba de mirarse a ella misma, escucharse, quererse y ser determinante con este hombre y sus comentarios.
Mariam creía que lo decía porque él estaba casado, y se sentía a veces culpable de que ella le esperase sin saber muy bien cuando se separaría, o si lo llegaría hacer algún día.
Otra estrategia que utilizaba, ya que eso ante ella le hacía ser un hombre que sufría doblemente, era por un lado, por vivir con quien ya no quería por los hijos, y por otro lado, por no ser feliz por no poder vivir con la mujer a que amaba. Esto a veces aun la enamoraba más de él, ya que creía que era un buen hombre.
Pasaron los años y siguieron amándose en la distancia, aunque en realidad y visto lo visto, fue ella la que lo amó, él solo en teoría, digo en teoría porque los hechos hablaron de algo muy diferente de lo que decían sus palabras.
Un día él se divorció, pero no fue a buscarla, no cumplió lo que tantas veces le había contado, la había ilusionado con historias de lo que sería algún día su futuro juntos.
Le contó que necesitaba tiempo para estar solo, y empezar su nueva vida de padre responsable, pasó el tiempo y nada cambió.
Su amor no era ni cierto ni tan grande como decía, la prueba estaba que al cabo de un tiempo empezó a salir con otra mujer, con la que salía, viajaba, pasaba con ella las vacaciones, hasta se la llevo a la boda de unos amigos, celebró con ella la navidad y su cumpleaños junto a su familia, cosas que Marian había estado esperando durante años para poder compartir con él.
Este hombre aún se atrevía a decirle a Mariam que a esta amiga con la que salía, no la amaba, que solo la amaba a ella.
Fue entonces cuando Mariam despertó de su sueño, su fantasía, su amor idealizado, ese día se dio cuenta, y vió que en realidad no era el hombre que ella había creído.
Se dió cuenta que llevaba años amando a un mentiroso infiel. Sus comportamientos habían sido puro teatro, fachada, apariencia, egoísmo, solo formas de aparentar un amor, pero sin alma, estrategias para tenerla como amante.
Le faltó coherencia y rompió la confianza, eso fue lo que a Marian le ayudo a abrir los ojos y a aun con mucho dolor y desconcierto, logró sacarlo de su vida y revisar su amor propio.
“El tiempo pone a cada cosa en su sitio y a cada cual en su lugar.”
Recuerda:
Para amar a otro, antes ámate bien a ti mism@.
PRIMERO:
Quiérete, ámate, trátate bien cada día de forma activa y responsable. Tu dignidad es innegociable
SEGUNDO:
Trata a los demás como quieres que te traten a ti,
pero no más que a ti.TERCERO:
Confianza y Coherencia.
Cuando alguien te diga que te quiere, que te lo demuestre.
Para Amarse hace falta Coraje = Autoestima
Madhu Román
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Un súper abrazo
Madhu Román
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