Hay amistades peligrosas, SI, es muy triste pero real como la vida misma, a veces doloroso y decepcionante, pero muy sanador. Yo me he tropezado con algunos, seguro que tu también, a veces incluso habrás convivido con uno de ellos.
Sé que en el mundo hay de todo, pero es importante saber identificarlos y protegerte. Es clave para nuestra salud mental y emocional saber discernir y cuidarse.
Gracias a Dios yo siempre he tenido grandes amigos, también es cierto que muy a mi pesar en alguna ocasión, (más de las deseadas), he tenido que aceptar que a veces me equivoqué con algunas personas, y tristemente descubrí que los había idealizado, no eran como yo creía, algunos eran lobos vestidos de cordero.
“Como te tratan las personas es su karma,
como tu reaccionas ante ello es el tuyo”
Wayne Dyer
Son personas pobres de espíritu, manipuladoras, egoístas y falsas, que no eran quien decían que eran, ni me querían tanto como decían.
Les había dado todo lo mejor que tenía y podía ofrecerles; mi amor, mi escucha, mi tiempo, mi apoyo, la llave de mi casa y de mi corazón, les había sacado a veces de apuros y acompañado en momentos difíciles, les ayudé a salir de sus laberintos, algunos los incluí en mis proyectos, les presenté a mis amigos, les di clientes, los cuidé cuando estuvieron enfermos y acompañé cuando estuvieron solos… No me arrepiento, sin dudarlo lo haría otra vez, esa es mi Esencia.
La vida es una escuela, y siempre nos brinda situaciones de todos los colores, sabores e intensidades.
En cada relación se nos brinda el regalo de las lecciones que más necesitamos aprender. Todos los encuentros son sagrados, hermosos regalos de la vida.
¿Qué he aprendido de las amistades peligrosas, también llamadas relaciones tóxicas?
Gracias a las relaciones tóxicas que he tenido en mi vida, lobos vestidos de cordero, que buscaban en mi, el cariño, apoyo, reconocimiento y compañía, y a veces favores y también dinero, crecí y aprendí a discernir, valorarme y respetarme.
Estas relaciones me brindaron seguir practicando poner límites y decir no muchas veces, revisar mi exceso de comprensión y paciencia sin acción.
Gracias a una relación de pareja que tuve unos meses con un hombre cara dura y todo lo que removió en mí, escribí mi libro “Amores que Unen, Amores que Atan”. Para poner en manifiesto lo que tantas veces veo en la consulta y poder ayudar a identificarlos, “hay muchos lobos vestidos de cordero”.
Al dejar la relación empecé a escribir sobre relaciones tóxicas y me di cuenta de que tenía vivencias de mucha gente además de las propias para escribir varios libros. Me siento orgullosa de tener un corazón compasivo, abierto y leal. Quiero seguir amando como yo amo, confió tanto en la fuerza de la lealtad que sin ninguna duda sé que cuando alguien me engaña, traiciona y no es sincera su amistad, la vida se encarga de mostrármelo para que actúe en consecuencia.
Es fácil poder tropezar y distraernos muchas veces, lo importante es que te des cuenta y salgas lo más rápido posible de las garras de amistades tóxicas … Doy gracias a todas mis amistades tóxicas, ¡crecí tanto con ellas!!!
Por cada amigo tóxico la vida me ha regalado cientos de amigos nobles, generosos, leales, auténticos, disponibles, nutritivos, doy gracias a todos mis grandes amigos.
“La vida es bella, maravillosa, somos nosotros,
las personas que a veces a hacemos fea”
Las amistades peligrosas son las que:
- Son falsas e interesadas.
- Manipulan, controlan, interrogan.
- Te idealizan y suben a un altar mientras se salen con la suya, te cortan la cabeza cuando les pones límites.
- Te traicionan y mienten.
- Buscan ser el centro de atención.
- Un día te ven una maravillosa persona, pareja, amiga, o profesional etc… cuando no les das la razón te critican, castigan y hablan mal de ti.
- Buscan tu complicidad para criticar a los demás.
- Son embaucadores.
- No aceptan tus criterios diferentes a los suyos, tu sinceridad les ofende.
- Cuando les haces ver que te han fallado se alejan de ti.
- Te utilizan como plan B, y solo se acuerdan de ti cuando les fallan los demás, se aburren, o quieren algún favor.
- Intentan hacer negocio contigo, mienten para sacar su tajada.
- Te piden dinero, y se les olvida devolverlo.
- Te roban tus ideas.
- Venden su alma al diablo para conseguir su objetivo, el típico amigo “trepa”.
- Necesitan sentirse necesitado por ti, o van de víctima.
- Envidian que tengas pareja, que te compres un coche nuevo, que tengas éxito… y dicen que es envidia sana.
- Son tacaños e ingratos.
- La amistad se mantiene porque tú la cuidas.
- Los que saben todo de tu vida y tú nada de la suya…
Las amistades sanas son las que:
- Hay aceptación mutua y cariño.
- Se preocupan por ti.
- Son coherentes.
- Puedes contar y confiar plenamente.
- Te brindan su amor, lealtad y honestidad.
- Su compañía te aporta bienestar y paz.
- Puedes dialogar y expresarte en libertad.
- Te inspiran y aprendes cosas de ellas.
- Puedes estar con ellas en silencio.
- Te tienen en cuenta y motivan.
- Te cuidan y se dejan cuidar por ti.
- Es reciproco el respeto, y la admiración.
- Son justas, integras y referentes de vida.
- Te ríes y diviertes con ellas.
- Son nobles, integras y honradas.
- Les importa y se alegran de tu bienestar, y celebran tu éxito.
- Son humildes, agradecidas y generosas…
Texto extraído de mi libro: “Amores que Unen, Amores que Atan”…
La próxima semana seguiremos viendo más claves para empoderarte
y saber discernir cuando llegue a tu vida un “lobo con piel de cordero”,
para que nunca más tengas relaciones tóxicas y alcances la vida que deseas…
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¡Te espero!!!
Madhu Román
57 años vividos, quién no se ha cruzado con gente tóxica? basicamente creo que todo el mundo. Yo, no lo considero un regalo de vida, en cambio si un aprendizaje. todos esos adjetivos que pones en tu bloc son exactos. Por otro lado, efectivamente yo no me arrepiento, pero tampoco puedo calificarme como “un corazón compasivo” porque en esos casos, realmente he pensado que lo que tengo es poca inteligencia o sexto sentido por no haberme dado cuenta antes.
Aunque mi autoestima es escasa, si que tengo claro que aprendes a ver y no solo a mirar. Actuaré ante la vida como fluya de mi interior, es posible que me equivoque una y mil veces, aunque sin prolongarlo en el tiempo.
No percibí como un regalo enfermar y estar 4 años en un hospital de día en terapia, si lo percibo como un gran aprendizaje. No percibí como un regalo el cáncer de mi hermano y su muerte, para mi fue trágico, desolador, pero me enseñó, me enseñó a gestionar el cáncer de piel que me acompaña ahora.
Lo siento, quizás ofenda a Dios, pero los regalos de la vida pueden ser muy crueles, devastadores, no me siento afortunada a pesar de las enseñanzas. Siento que la vida es tal como viene y he de aceptar. Resistirse a los acontecimientos no resuelve nada.
Un saludo Madhu, leí tus libros porque me los prestó una amiga.