Si soy tu bebé, tócame.

Necesito tanto que me toques…

No te limites a besarme, cambiarme los pañales y alimentarme.

Acúname cerca de tu cuerpo, besa mi carita y acaricia mi cuerpo.

Tu caricia relajante y suave, expresa seguridad y amor.

 

Si soy tu niñ@, tócame.

Aunque yo me resista y te aleje, persiste y encuentra la manera de satisfacer mis necesidades.

El abrazo que me das por las noches endulza mis sueños.

Las formas en que me tocas, durante el día me dicen como sientes.

 

Si soy adolescente, tócame.

No creas que porque soy casi adult@ no necesito saber que aún me cuidas.

Necesito tus besos cariñosos y tu voz llena de ternura.

Cuando el camino se vuelve duro, la niña que hay en mí te necesita.

 

Si soy tu amig@, tócame.

No hay nada que comunique mejor tu cariño que un tierno abrazo.

Una caricia curativa cuando estoy deprimid@ me asegura que me quieres.

Y me informa cuando no estoy solo. Tu contacto pudiera ser el único que logre.

 

Si soy tu compañer@ sexual, tócame.

Podrías creer que basta la pasión, pero solo tus brazos rechazan mis temores.

Necesito tu toque de ternura que me da fé.

Y me recuerda que soy amad@ porque ¡¡¡ soy como soy !!!

 

Si soy tu hij@ adult@, tócame.

Aunque pudiera tener mi propia familia que tocar.

Aún necesito que me abracen la ama y el aita cuando me siento triste.

Puede ser que ahora que soy adult@ valore los abrazos aún más.

 

Si soy ancian@, tócame.

Como me acariciabas cuando era pequeñ@.

Coge mi mano, siéntate cerda de mí, dame tu fuerza y calienta mi cuerpo cansado con tu proximidad.

Mi piel está arrugada, pero goza cuando es acariciada.

 

No tengas temor, solo acaríciame.

 

“El poder del Tacto. El contacto físico en las relaciones humanas” de Phyllis K. Davies

 

Las caricias para nuestro crecimiento tienen un valor incalculable. Necesitamos las caricias tanto como respirar, son el alimento para el alma. Hay caricias negativas y positivas. Ante la posibilidad de no tener caricias, preferimos tener caricias negativas. Todas las caricias, sean positivas o negativas dejan huellas para siempre.

Las caricias son una forma de sentirnos vivos e importantes a lo largo de toda nuestra vida, desde niños lo que más deseamos es sentirnos acariciados por papa y mama, aunque sea solo con la mirada.

De mayores nuestro niño interior sigue sintiendo la misma necesidad, y esta la trasladamos a otras relaciones, cuando no nos sentimos vistos ni acariciados es como sentirnos invisibles.

La primera caricia fue el contacto al nacer, en el paso por el canal del nacimiento, las personas que nacieron por cesárea o fórceps, tienen normalmente problemas de contacto. El contacto consiente y amoroso, puede sanar mucho miedos y heridas.

Una caricia dice mucho más en cinco minutos, que una hora hablando.

No hagas del amor un dramaEl lenguaje no verbal en la intimidad forma parte de una comunicación que solo los amantes conocen. Se trata de un código especial que en muchos momentos puede trasmitir gratas sensaciones.

Hay 5 tipos de caricias:

  • Olfativas
  • Visuales
  • Auditivas
  • Gustativas
  • Táctiles

Si deseas conocerlas y aprender a acariciar tu cuerpo y tu alma… si deseas aprender a amar y ser amad@ sin miedo, empieza con la lección más importante de tu vida que es saber Amarte con Mayúsculas a ti mismo.

Si realmente lo deseas, te presento mi  programa online Aprender Amar con Mayúscula que te enseñará la asignatura más difícil en la vida de cualquier persona:

Aprender a dar y recibir amor sin dependencias ni ataduras.

Disfrutar de una relación sana, plena y duradera.

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Madhu Román

Terapeuta sexual y de pareja

Atiende consulta presencial en Altea, Gandía y On-line

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