Hogar dulce hogar
 

“Hogar dulce hogar”. Cuantas veces nos hemos quejado de no tener tiempo para estar en casa, disfrutando de nuestro hogar y de nuestra pareja, hijos, familia…

Ahora se nos ha regalado ese tiempo tan anhelado por nosotros, y quizás nos demos cuenta que seguimos igual de insatisfechos, ayer nos quejábamos por no tener tiempo para disfrutar más de los nuestros, hoy nos quejamos por tener demasiado tiempo juntos, o solos, depende cual sea la situación de cada uno.

¿Cómo podemos convertir esta situación en una oportunidad?

Esta cuarentena, son momentos de gran valor, una oportunidad de oro para:

  • Aprovechar el tiempo para mirarnos hacia dentro y ver lo que no funciona.
  • Darnos cuenta cómo vivimos la vida, a veces nuestra vida parece una carrera sin fin que nunca termina, corriendo sin sentido hacia ninguna parte.
  • Darle más valor a la vida.
    • Le damos más valor al dinero que a la propia vida, luego nos peleamos con él,  porque nos inventamos la idea de que el dinero es malo y nos separa de los nuestros, dedicamos gran parte de nuestra vida estresados para  llegar a ser alguien importante,  perseguimos la fama, el éxito y el dinero como dice el Dalay Lama para luego gastarlo en médicos y medicinas, trabajamos sin límites de tiempo, muchas veces inconscientemente para no llegar pronto a casa, vivimos distraídos y enfadados sin querer mirar adentro.
    • Nos damos valor cuanto más corremos, nos sacrificamos, y vivimos al límite de nuestras fuerzas, llegando al fin de semana estresados, agotados, rotos, sin ganas de nada, de mal humor y lo pagamos con la pareja, los hijos, el mundo…

¿Por qué hacemos eso?

Porque aún no hemos encontrado nuestro hogar dentro, no hemos logrado amarnos de verdad a nosotros mismos.

Mi experiencia personal

“En el pasado yo vivía en la creencia de que la vida era luchar y obtener todo con sacrificio, tanto el dinero, como el amor. Mi pensamiento constante era… No puedo, es imposible ser feliz, tener tiempo, amor y dinero todo junto…

Vivía sin vivir, sin saber que era mis creencias las que pilotaban mi vida, mi hogar interior estaba desolado, gris y con falta de amor a mí misma.

Lo pagaba con mi pareja, mis hijos, mi jefa… No sabía que era yo misma la que negaba vivir feliz. Me pase muchos años escapándome de mi casa, y de mi qué es lo mismo.

Transformar esas creencias fue la clave para convertirme en una mujer próspera, dejando la lucha y creando en mi vida, abundancia de tiempo, dinero, amor, paz, alegría y éxito.”

Hogar dulce hogar

Ese hogar que tantas veces hemos deseado estar y disfrutar de él, no se refería solo a una casa y sus cuatro paredes, muebles y cosas personales, el hogar que anhelamos todos es estar tranquilos y felices con nosotros mismos y disfrutar de cada momento.

En estos días juntos 24 horas, puede fácilmente que fruto de nuestras insatisfacciones salten chispas con la pareja, los niños y el mundo entero. Todo lo que no está resuelto en nosotros lo proyectamos y sale fácilmente a la superficie. Son días que no te puedes escapar, ¿de quién?… de ti mismo y tus conflictos internos.

Dejemos de buscar culpables, y de irritarnos con nuestra pareja, no la juzguemos más, ni tampoco a nuestro jefe, la suegra, el vecino de arriba, el gobierno, esta cuarentena, o lo que sea, no nos escapemos más de lo que nos incomoda, nuestro grado de insatisfacción es nuestro, quizás sea un buen momento para mirar hacia dentro y ver como esta nuestro hogar interior. 

No nos distraigamos, y empecemos a ocuparnos de nosotros mismos de verdad

Seamos solidarios en casa, hagamos de nuestra casa un ”hogar“ demos a los nuestros aquello que deseamos recibir, seamos tolerantes y pacientes, comprensivos, revisemos con cariño lo que no funciona en nuestra vida y  empecemos a cambiar ya!!!,  salgamos de esta cuarentena RENOVADOS Y LLENOS DE AMOR Y SABIDURIA.

La vida nos ha confinado en casa, ese lugar que tanto deseábamos estar, aprovechemos para disfrutar de nuestro hogar y demos lo mejor de nosotros, todos podemos hacer siempre un poco más, todos sin excepción podemos contribuir a que los demás sean un poco más felices cada día.

Pongamos en práctica más que nunca estos acuerdos:

  • Saca tiempo para ti.
  • Haz cada día algo por los demás.
  • Di a menudo perdón, gracias, te quiero.
  • Regala tu sonrisa.
  • Mira el amanecer.
  • Juega cada día.
  • Aprende algo nuevo.
  • Empatiza con las necesidades de tu pareja, hijos, familia, amigos.
  • Preguntarles en qué puedes hacerles hoy más felices.
  • Cuida tus palabras.
  • No te tomes nada de forma personal.
  • No tengas expectativas.
  • Ayuda con amabilidad.
  • Suelta querer tener la razón.
  • Entrénate en ser feliz y si te es difícil pide ayuda.
  • Inicia un proceso terapéutico.

¡SI YO HE PODIDO, TU TAMBIEN PUEDES!!!

Un abrazo

Madhu Román

Para que te sea más leve este confinamiento, te recomiendo los siguientes libros:

“Cuando de verdad deseas algo el universo se confabula para que lo consigas “

Paolo Cohelo