La sexualidad es la puerta de la vida, negarla es como negarnos respirar. Hay gente que confunde sexo con sexualidad. El verdadero objetivo del sexo, seamos conscientes o no, no es la búsqueda del placer, sino el éxtasis, que es una experiencia que solo se puede alcanzar desde una actitud meditativa, llena de presencia, amor y gratitud.

El sexo consciente y nutritivo es la consecuencia natural de un buen amor. Desde una relación consciente y plena, los amantes emprenden un viaje compartido de alta vibración, conexión, unión y belleza.

Solo a partir de aquí es posible llegar al éxtasis, que es un momento de fusión total, bello, íntimo y profundo, que lo abarca todo y se expande más allá de los dos. No hay prisa por llegar a ningún sitio, se vive aquí y ahora, momento a momento, con presencia, amabilidad, alegría y un alto nivel de entrega, que lleva a los amantes a la culminación de una experiencia orgásmica más allá del cuerpo.

El cuerpo es el templo del alma, a veces estamos reñidos con el cuerpo y cerrados a la sexualidad sencillamente porque estamos desconectados y enfadados con el mundo, mirando con los ojos cerrados y los oídos tapados, con la mente llena de prejuicios, creencias y mandatos, creando muros que cada vez nos aleja más del amor que tanto anhelamos. Cuando estamos presentes y atentos, tomamos consciencia de que habitar el cuerpo conscientemente es una maravilla, es el vehículo perfecto para expresar lo mejor de nosotros.

A través del cuerpo, comunicamos y expresamos: el amor, la ternura, el deseo, emociones, sentimientos… también los miedos, los celos, la rabia, la alegría…

 

Del Sexo Ordinario al Sexo Sublime

La diferencia entre el sexo ordinario y el sexo sublime es la actitud con la que se aman y se entregan los amantes.

El sexo se convierte en un acto sagrado cuando se vive conscientemente: es una danza con la vida que celebra lo mejor de cada uno y alimenta la chispa y el gozo entre los amantes. La energía sexual es muy poderosa: con ella creamos vida. ¡Cuida tu sexualidad como algo vital y sagrado! El sexo es la puerta hacia lo divino, tu amante es el puente que te conecta con el Todo

El sexo sagrado no tiene que ver con dogmas, ni religión, ni con aprender técnicas y posturas acrobáticas. Sagrado es el sexo que nace en el corazón y no en la cabeza. Es una experiencia profunda, vivida más allá del cuerpo, pero a través de él. El paisaje de una sexualidad sublime se crea con las tonalidades entremezcladas del cuerpo y del alma, con algunas pinceladas de razón. 

El sexo sin amor es como un postre sin azúcar o una comida sin sal: te deja vací@, desencantad@ y sin ganas de más. El sexo mecánico, mental, sin alma, tiene una aspiración pobre: son solamente cuerpos que buscan calmar su ansiedad. Los amantes se conforman con un placer limitado y, como resultado, muchas veces se encuentran cansados, desmotivados y sin energía. A través del sexo buscan la calidez y el amor que no son capaces de descubrir en la relación en el día a día. 

El intercambio de energía que tiene lugar al hacer el sexo es enorme. No solo es placer: se comparte la energía de la personalidad y la calidad de los pensamientos, el estado emocional, con los miedos incluidos. Si se tienen relaciones con varias personas puede darse fácilmente un desequilibrio. Por eso las relaciones atrapan fácilmente cuando se tiene sexo y después de un encuentro sexual la persona queda vulnerable y enganchada.

Te quedas con la energía del otro y alteras la tuya propia. Es de madurez y respeto a uno mismo cuidar y elegir bien con quien tienes sexo y, también, por supuesto, poner medios de protección.
 
Recuerda que todo aprendizaje requiere práctica y paciencia, el sexo no es una excepción. Todos traemos una mochila de creencias y sobre el sexo más de las que podemos imaginar y justamente son las creencias las que nos impiden el disfrute y el placer en nuestra sexualidad.  Para tener relaciones sexuales satisfactorias y consientes necesitamos desaprender lo aprendido, creencias, patrones de conducta, tabús, etc…
 
Muchas personas que vienen a mi consulta, más las mujeres que los hombres, me dicen que el sexo les aburre y que su pareja no es un buen amante. Yo les respondo… si quieren un buen amante o un “vidente”, jajaja… y nos reimos juntos…  porque son cosas muy distintas, pretender que tu pareja descubra, acierte y sepa lo que te gusta, con lo que gozas… el placer es de uno y la sexualidad compartida se nutre del conocimiento individual del propio cuerpo, de las tendencias y gustos de cada uno, en definitiva para gozar con otro antes tenemos que aprender a gozar con nosotros mismos.
 

Reflexiona sobre tu sexualidad:

  • ¿Qué aprendiste en tu casa sobre el sexo?
  • ¿Qué aprendiste sobre las caricias?
  • ¿Qué te contaron del placer?
  • ¿Que es para ti el sexo?
  • ¿Qué te parece la idea de tener unas relaciones sexuales consientes?
  • ¿Cómo te la imaginas?
  • ¿Cuanta creatividad crees que tienes en tu intimidad?
 
Animo encarecidísimamente a todas las personas que se atrevan a aprender y a descubrise a sí mismos y profundizar en lo que les impide tener relaciones plenas, no importa que tengas pareja o no, tu placer es independiente a “tu estado civil”. La energía sexual es la energía que te pone sin duda “de novio” con la vida.

“La espiritualidad y la sexualidad son
los extremos de una misma energía”
Osho

Terapeuta sexual y de pareja
Instructora de Tantra