La sexualidad es mucho más que las relaciones genitales como mucha gente piensa, es la energía creadora de vida, a todos los niveles.
El origen de nuestros problemas sexuales tiene que ver con nuestras creencias, paradigmas, emociones bloqueadas, reprimidas, abusos, nuestra educación y nuestra historia de vida desde niños.
Nuestros bloqueos sexuales tienen mucho que ver con la desconexión de nuestro cuerpo, la vergüenza, el miedo y la culpa.
En la medida que vamos aceptando que la sexualidad es algo natural y sagrado, que no es solo para tener hijos, si no para crear armonía y gozo en nuestra vida en los distintos niveles: cuerpo físico, mental, emocional, energético y espiritual todo se hace más fácil.
Los problemas sexuales con la pareja son una imagen ampliada de los problemas no resueltos con nosotr@s mism@s, que se manifiesta en nuestra forma de intimar con la pareja.
El Tantra es un camino maravilloso para nuestra sanación sexual, que nos brinda un gran abanico de comprensiones sobre la sexualidad consciente y sagrada, con un soporte práctico para abordar y resolver bloqueos emocionales y físicos relacionados con la sexualidad.
Este enfoque puede incluir diversas prácticas y técnicas que ayudan a las personas a reconectar con su cuerpo, explorar su sexualidad de manera saludable y liberar tensiones o heridas del pasado.
Algunos aspectos clave de la Sanación Sexual que tenemos que incluir:
1. Autoconocimiento: Conocer y comprender a tu cuerpo, deseos y necesidades sexuales. Cada persona somos única, es clave conocerte, saber que deseas, que te gusta, que quieres y que no.
2. Liberación de traumas: Indagar y reconocer experiencias negativas o traumáticas vividas relacionadas con la sexualidad, que pueden afectar la intimidad y la conexión con uno mismo y con los demás.
3. Educación sexual: Siempre tenemos la oportunidad de educarnos a nosotros mismos en el ámbito sexual, no hay edad para crecer internamente, igual que hacemos en otros campos. Conocernos y descubrir recursos sobre la sexualidad, ayudando a desmitificar tabúes fomenta una visión más saludable y positiva.
4. Conocer las emociones y aprender a reconducirlas y expresarlas.
5. Empoderamiento: Sanar la relación con el propio cuerpo permite lograr una relación positiva con la sexualidad, logrando sentirte más segur@ y empoderad@ en su vida sexual.
6. El masaje es de gran ayuda para la reconciliación con el propio cuerpo, los límites, y los sentires.
7. Técnicas de relajación y meditación: Practicar la meditación, la respiración consciente y el movimiento corporal para liberar tensiones y conectar con la energía sexual.
La Sanación Sexual puede ser un camino muy personal y es de mucha ayuda contar con la guía y acompañamiento de un terapeuta o facilitador con experiencia.
El trabajo en grupo bien guiado es también genial, permite ver muchos puntos de vista diferentes y hace crecer la confianza. El objetivo es lograr una mayor conexión con uno mism@ y una vida sexual más plena y satisfactoria.
Es importante que los participantes se sientan cómodos y seguros en el entorno del curso, ya que la sanación sexual puede implicar la exploración de temas sensibles y personales. Si estás considerando hacer un curso, asegúrate de que el facilitador sea una persona integra, profesional y con experiencia para guiarte en este proceso.
A quien está dirigido nuestros cursos de Sanación Sexual
Cualquier persona interesada en explorar y mejorar la calidad de su sexualidad puede hacerlo, nuestros cursos sobre sexualidad consciente, le dará muchas herramientas y gratificación el poder compartir y aprende junto a personas con el mismo fin. Esto incluye a quienes buscan sanar traumas pasados, mejorar su autoconocimiento, o simplemente desean tener una vida sexual más plena y satisfactoria.
Nuestros cursos están diseñados para personas de diferentes géneros, y orientación sexual. El respeto a todo el mundo es la clave de la sanación.
También pueden ser útil para terapeutas, consejeros o profesionales de la salud que deseen ampliar su comprensión y herramientas en el ámbito de la sexualidad.
Por Madhu Román
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