La tristeza es una emoción natural, forma parte de nosotros, es la emoción de las pérdidas, cuando perdemos algo o alguien que nos importa lo natural es ponernos tristes.
La vida a veces es complicada, y no siempre salen las cosas como queremos, tenemos ilusiones y expectativas que no se cumplen, sentimos pérdidas, situaciones difíciles que afrontar, y actitudes de personas que amamos que nos sorprenden y nos duelen, en ese proceso es natural que aparezca la tristeza; es importante y sano que suceda.
Lo enfermizo es quedarse en la tristeza mucho tiempo
A lo largo de nuestra vida podemos sufrir muchas pérdidas: desde una separación, un divorcio, un cambio de casa o país, la pérdida de un trabajo, la muerte de un ser querido, un hijo que se independiza, incluso una enfermedad que nos limita….
También una perdida significa no haber cumplido un deseo, objetivo, proyecto, reto…, todo ello nos pone tristes, implica cambios, pérdidas que necesitamos identificar y aceptar para avanzar.
Cuando mantenemos relaciones tóxicas, la tristeza que perdura es debido a haber sufrido la pérdida más importante de nuestra vida que es a nosotros mismos.
La tristeza cuando nos aprieta la sentimos en la zona del pecho, en forma de presión, teniendo la sensación de que nos cuesta respirar.
Nos encontramos con el ánimo por los suelos y pocas ganas de nada, es una sensación que nos va matando poco a poco la esperanza de volver a ser felices.
La apatía nos deja sin energía, queremos estar solos, acostados y tenemos la lágrima fácil.
Es a través del llanto que podemos liberar esta presión en el pecho y permitirnos ir poco a poco hacia adentro y conectar con nosotros mismos en un nivel profundo, esto nos permite darnos cuenta de que, después de todo, nos seguimos teniendo a nosotros y desde ahí podemos volver a empezar de nuevo.
La tristeza es también nuestra amiga, hay que escucharla, abrazarla. No hay que escapar de ella, todo lo contrario.
Dejarnos sentir la tristeza nos ayuda a encontraros con nosotros mismos de nuevo.
Hay que ser conscientes de porque este dolor. ¿Qué es lo que me provoca esta tristeza? ¿Qué es lo que realmente sientes?
Tipos de pérdidas
- A veces hay perdidas muy dolorosas, como la muerte de un ser querido, aun más si esta ha sido de repente.
- Hay otras perdidas como el cariño de un padre, un hijo, una pareja, un amigo, que de forma incomprensible te abandona o te niega su cariño, su escucha…
- Otras perdidas; un trabajo, un hogar, un proyecto, una ilusión, ideales y expectativas, que a veces duelen y mucho, pero a la vez te dan fuerza para volver a encontrar otras formas de crear y avanzar en la vida.
- Hay también que hacer el duelo a las distintas etapas de la vida, infancia, juventud, madurez… La tristeza si la vivimos de una manera consciente, podemos superarla mucho más rápido.
La tristeza mantenida puede convertirse en melancolía y poco a poco en depresión, es una zona de confort que desde la inmadurez podemos quedarnos y morir poco a poco.
¡Es importante vivirse la tristeza, y llorar es maravilloso, aligera el peso del alma… pero cuidado con acomodarse en ella!!! eso es peligroso para la salud.
En la vida todo pasa, quedarnos más del tiempo del necesario es inútil para todos.
Cuando pierdes la conexión contigo mismo, estar triste puede convertirse en una forma de ser y vivir, es como si te hubieras dejado morir poco a poco. Vivir la emoción, sentirla y aceptar la situación nos impulsa hacía la vida.
En nuestras memorias emocionales y psíquicas, guardamos todas aquellas experiencias que nos han provocado tanto la alegría, rabia, miedo y dolor. La tendencia a revivirlos es hacernos daño.
La emoción de la tristeza nos lleva a un estado de reflexión y conexión muy importante con nosotros mismos, y nos brinda descubrir nuestra verdadera fuerza interior.
Quien se pone triste es nuestro niño interior. Es muy sanador atenderlo y cuidarlo como tal. Cada niño necesita la comprensión y la atención de un adulto, ese adulto eres tú mismo.
Amarte a ti mismo es amar a todas tus emociones.
Abordar nuestras emociones de forma consciente y responsable, es crucial para nuestro bienestar.
Cuando te sientas triste, atiende y habla con tu niño interior, permítele llorar, es maravilloso llorar, nos libera y sana por dentro.
Pregúntale ¿qué te pasa?, ¿qué te duele?, ¿qué has perdido?, ¿qué puedo hacer por ti?… En la medida que practiques conectar contigo, cada vez serás más autónomo, más libre y feliz.
“Hay cosas que no podemos cambiar, solo la aceptación nos devuelve con más fuerza a la vida” Madhu
Hay dos tipos de tristeza, positiva y negativa, conocerlas y distinguirlas nos hace libres.
¿Qué nos aporta la Tristeza positiva?
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¿Qué nos aporta la Tristeza negativa?
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Las claves para salir de la Tristeza:
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Deseamos que te haya gustado. A la semana que viene seguiremos con la emoción de la rabia.
Un abrazo
Graciasssss