Aprende a colocar a cada uno en su lugar

Hay que colocar a cada uno en su lugar, todo guarda un orden en esta vida. Es de suma importancia que lo respetemos.

¿Te suenan alguno de estos ejemplos?

La pareja que se llaman cariñosamente “papi”, ”mami”.
El marido que trata a su mujer como una niña. Anulando su poder personal.
La esposa que trata al marido como a un hijo, haciéndolo incapaz…
Los hijos que actúan como si fueran los padres de sus padres.
El hermano pequeño, que cuida del hermano mayor.
El hijo que nace para remplazar a un hermano muerto.
Los hijos con treinta o cuarenta años que siguen en casa de sus padres, como niños eternos, mantenidos y sin ninguna responsabilidad…
El padre ausente que no pinta nada en casa, y es la mujer la que manda.
La suegra que controla la vida de su hijo y su nuera.
La abuela que le dice al nieto que le diga mamá.
El ex que sigue entrando con la llave a la casa que ya no es de él, como si fuera el dueño.
Los amigos que viven juntos como si fueran pareja, sin serlo.

Todo esto perpetua un desorden a nivel sistema familiar, y social que trae serias consecuencias.

Todos hemos podido observar que cuando no está en orden nuestra vida se produce caos, enredos y laberintos.

Algunos de ellos los hemos aprendido en la familia desde muy jovencitos, es tal la influencia que tenemos de lo que hemos visto en casa que podemos seguir viviendo en enredos parecidos o incluso todavía más complicados…

¿Por qué pasa esto?

Sencillamente nos da seguridad aquello que conocemos.
Estamos instalados en creencias que le hemos ido dando fuerza un día tras otro.
Por fidelidad al clan familiar.
Por deuda emocional.
Le hemos dado a algunas personas un lugar a veces equivocado y otorgado un poder que no les corresponde, y además este poder se vuelve contra nosotros.

RECUERDA:

Debajo de lo que no se ve, hay capas y capas de cebolla que están escondiendo a nuestro verdadero Ser, con miedos y desconfianza de la propia valía.

Todo lo que vives con otras personas que te desagrada y hace sufrir, tiene que ver con la forma en la que tú te tratas a ti mismo.

¿Qué ganancias has tenido colocando a una persona donde NO le corresponde?

Crees que la has colocado en ese lugar por amor … no, eso no es amor, es tu necesidad de ponerla en un sitio donde tú te sientes más segura, por miedo a que no te quiera, entonces has dejado que él o ella dirija tu vida.

Hay que poner a cada uno en el lugar que le corresponde, los “exs” cuando dejan de estar en tu vida, o se transforman en buenos amistades, o desaparecen.

Ninguna relación en la que te han manipulado, tratado mal, abusado, o ha hecho sufrir pueden ser luego tus amigos, eso es simplemente miedo y falsedad.

Si realmente ha habido una relación sana, podremos ser amigos, podremos compartir otras cosas de la vida, podremos tratarnos con cariño, cuidarnos y relacionarnos desde un lugar distinto, siempre de respeto.

El poder también se lo damos a aquellas relaciones que estamos peleados, que no nos hablamos, que no queremos saber nada de ellas… Cuidado con esto, porque es otra forma de dar tu poder.

Si no hay paz cuando recordamos a alguien, si hay resentimiento, si nos saca de nuestras casillas, estamos enfadados… es que también le hemos puesto en un lugar que no corresponde.

Vamos a llamarlo el lugar de los resentidos, de los excluidos y eso repercute directamente en nosotros mismos.

Colocar a cada uno en su lugar es de suma importancia para tener éxito en la vida.

Lo cierto es que a la primera persona que tenemos que poner en nuestro lugar es a nosotros mismos, el otro responde al lugar que le hemos dado nosotros.

Si ha sido dado ese lugar desde el miedo o complacencia, hemos ido alimentando de poder falso a su personaje, (ego) y de tanto alimentarlo ha crecido su personalidad tóxica y nos traerá problemas.

Incluso has podido facilitar que manipule tu vida y que hayas creado una forma de vivir angustiosa y conflictiva. Esto pasa tanto en el campo personal como en el profesional.

Personal: pareja, padres, hijos, amigos.
Profesional: jefe, compañeros, socios, empleados, etc.

Cuando te respetas, cuando te quieres, cuando estás en el lugar que te corresponde, de forma muy fácil sabrás colocar a cada uno en su lugar.

Y si no, se marchará, o incluso muchas veces tendrás que sacarlo tú fuera de tu vida.

Cuando lo haces colocándote en tu lugar verdadero por derecho de pertenencia, entonces descubres una paz tremenda.

De esta forma se va quedando espacio para las personas sanas, y atraerás a relaciones excelentes, a las que sin duda tendrás que invertir en cuidarlas, eso es cierto, y es tan maravilloso tratarse con respeto y cariño que será una pura bendición…