Es un placer para mi compartir mi experiencia con la formación de Mujer Medicina.

Para empezar puedo decir que ha sido realmente enriquecedora.

Puedo ver grandes cambios en mi desde que comencé y he conseguido mejorar distintos aspectos de mi vida durante este camino, pero además, estoy segura que lo aprendido me ayudara a seguir creciendo como persona durante toda la vida.

En primer lugar, mi manera de relacionarme con los demás, especialmente con mi hija, con quien he conseguido poner límites necesarios que antes no ponía y que me hacía ser una madre “sumisa” llena de tristeza e impotencia.

La visión que me ha dado esta gran maestra que es Madhu es completamente distinta a con la que llegué, ahora me valoro mucho más, me cuido mejor, me respeto y me priorizo tanto a nivel físico como mental, ya no me conformo con cualquiera a mi lado.

He aprendido a decir más veces “no” desde el amor y con asertividad, tanto a nivel personal como profesional, a valorar lo que realmente quiero en mi vida y creer en mi misma.

¡Me he dado cuenta de tantas cosas en este viaje que se ha abierto un mundo de nuevas posibilidades ante mi!

Sin duda, otra de las grandes lecciones aprendidas es la importancia de escuchar sin juzgar, entender que cada uno está lidiando con sus heridas o problemas y que muchas veces el daño que sentimos no es porque quieran hacérnoslo sino por como nosotros lo interpretamos.

También reconozco ahora mucho más la importancia de la paz en mi vida, esta es otra de la grandes lecciones que me llevo y ahora valoro más que nunca la tranquilidad de una vida libre de conflictos.

En conclusión, la importancia de ver las cosas con otra mirada, ser amor en acción pero con límites para tener relaciones más sanas y liberarnos de cualquier patrón del pasado que nos hacia infelices y no nos permitía avanzar.

Todo este aprendizaje me hace ser hoy una mujer más libre y en paz que cuando empecé.

Gracias infinitas Madhu por este bonito camino de autoconciencia y autoconocimiento, por hacerme crecer y redescubrirme.